ENSAYO - Poder, resistencia e ideología en la psicología social de Ignacio Martín-Baró
El pensamiento de Ignacio Martín-Baró constituye un punto de inflexión en la psicología social latinoamericana. En su obra Poder, resistencia e ideología en la psicología social, el autor propone una crítica profunda a los fundamentos ideológicos de la psicología tradicional, y plantea la necesidad de construir una psicología al servicio de los pueblos oprimidos. Su propuesta se enmarca en el contexto de América Latina, cruzado por la desigualdad, la represión política y la injusticia estructural. Desde ahí, Martín-Baró replantea las funciones del psicólogo social, entendiendo que no puede mantenerse neutral frente al sufrimiento humano provocado por el poder.
El autor parte de la premisa de que toda psicología está
ideológicamente situada, aunque muchas veces pretenda presentarse como neutral
u objetiva. A través del análisis del poder, Martín-Baró muestra cómo la
psicología académica ha servido en muchas ocasiones para reproducir el status
quo, adaptando a las personas a condiciones de vida injustas en lugar de
cuestionarlas. En este sentido, la psicología tradicional, especialmente la
importada de modelos estadounidenses o europeos, ha despolitizado el sufrimiento,
individualizando problemas sociales y ocultando las causas estructurales del
malestar.
Uno de los ejes centrales del libro es la relación entre
poder e ideología. Para Martín-Baró, el poder no se ejerce únicamente mediante
la represión directa, sino también a través de formas simbólicas y culturales,
como la educación, los medios de comunicación o las prácticas profesionales.
Estas formas simbólicas transmiten ideologías que justifican y naturalizan las
desigualdades. En este marco, la psicología se convierte en una herramienta
ideológica cuando se limita a reforzar las normas sociales dominantes y se
desentiende del sufrimiento colectivo.
Ante esta situación, Martín-Baró propone una psicología de
la liberación, una disciplina comprometida con las mayorías empobrecidas, que
tome como punto de partida sus experiencias, memorias y luchas. Esta psicología
debe ser crítica, histórica, y transformadora. Implica cuestionar los métodos,
categorías y objetivos de la psicología tradicional, y construir nuevas formas
de conocimiento desde el pueblo y para el pueblo.
La resistencia, en este contexto, se vuelve una categoría
clave. El autor la plantea no solo como oposición activa al poder, sino también
como un proceso de recuperación de la dignidad, la identidad y la capacidad
colectiva de transformación. La resistencia no siempre es explícita; puede
estar presente en prácticas cotidianas de solidaridad, organización barrial o
memoria histórica. La tarea del psicólogo social es, entonces, acompañar y
visibilizar estos procesos, potenciando la capacidad crítica y organizativa de
las comunidades.
Otro concepto relevante que atraviesa el libro es la historicidad.
Martín-Baró insiste en que la psicología debe reconocer que los sujetos están
situados en contextos históricos específicos. No se puede hablar de conducta
humana sin considerar la historia de opresión, colonización y lucha que
atraviesa a los pueblos de América Latina. Por eso, su propuesta metodológica
busca recuperar la voz de los oprimidos y situar su experiencia en el centro
del análisis.
En conclusión, Poder, resistencia e ideología en la
psicología social es una obra fundamental para comprender las limitaciones de
la psicología tradicional y abrir caminos hacia una disciplina comprometida con
la justicia social. Martín-Baró no solo denuncia el uso ideológico de la
psicología, sino que propone alternativas concretas: una psicología popular,
crítica y liberadora, que no tenga miedo de asumir una postura política a favor
de los más desfavorecidos. Su pensamiento sigue siendo una fuente de inspiración
para quienes buscan transformar la psicología en una herramienta de
resistencia, conciencia y emancipación.
Comentarios
Publicar un comentario